En llamas, de Suzanne Collins

Contra todo pronóstico, Katniss ha ganado los Juegos del Hambre. Es un milagro que ella y su compañero del Distrito 12, Peeta Mellark, sigan vivos. Katniss debería sentirse aliviada, incluso contenta, ya que, al fin y al cabo, ha regresado con su familia y su amigo de toda la vida, Gale. Sin embargo, nada es como a ella le gustaría. Gale guarda las distancias y Peeta le ha dado la espalda por completo. Además se rumorea que existe una rebelión contra el Capitolio...

Al leer este libro, yo ya conocía lo que pasaba, pues me inicié en la saga con las películas. Cuando fui al cine a ver la segunda parte, habiéndome enamorado de la primera, no sabía lo que me iba a encontrar, y el listón se había quedado muy alto. Sorprendentemente para mi, me resultó tan increíble que tuve que pasarme al papel.

A pesar de conocer la historia y saber, lógicamente, todo lo que iba a pasar, no importó, pues la trama me tiene tan cautivada que no podía dejar de estar enganchada a cada una de las páginas de este libro.

No me esperaba para nada en torno a lo que iba a girar la historia, pero me encantó su desarrollo. Los personajes tienen cada vez más fuerza, cada vez se va notando más hacia dónde va encaminada la historia. El triángulo amoroso de Katniss cada vez es más complejo, pues ella empieza a meditar sobre el tema, empieza a tomar a Gale en consideración y también se empieza a ver que le importa Peeta mucho más de lo que piensa. De lo que más me gusta de esta entrega es cómo ambos se esfuerzan por mantener al otro con vida, sin importarle la suya propia. 

Katniss, pese a sus lios mentales, en esta parte me resulta muy inspiradora y me encanta cómo afronta lo que pasa. Rebelde, valiente y noble. Por otro lado Peeta comienza a ser más independiente y eso está bien, en la primera parte de esta historia me acabó cansando un poco que se le pusiera de "pobre chico indefenso que no puede cuidar de sí mismo". Incluso se les llega a terminar de coger cariño a personajes de la primera parte, como Haymitch, que resulta tener en común con Katniss mucho más de lo que parece, y se ve mucho más implicado con ellos sentimentalmente. También van a aparecer personajes nuevos que van a dar mucho juego a la historia (y a más de uno no se les va a poder evitar coger cariño).

La narración en primera persona no solo nos permite conocer los pensamientos de Katniss, sino también conocer un poco más a la sociedad de Panem, comprender la situación y realmente sentir lo que nuestros personajes están viviendo. Algo está cambiando en Panem, los tributos lo saben, los ditritos lo saben, y el Capitolio lo sabe. Y no hay vuelta atrás. ¡Que comiencen los septuagésimo quintos Juegos del Hambre!

"En llamas" es una segunda parte que no hace más que mejorar la historia, pues, al menos por mi parte, me resultaba imposible parar de leer.