Divergente, de Veronica Roth

En el Chicago distópico de Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia... y ser quien realmente es, no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella.

Por alguna razón a la cual no le encuentro respuesta, la primera vez que conocí la existencia de esta saga no me llamó nada la atención, me daba la sensación de que no me iba a gustar. No eran más que prejuicios porque realmente la historia ha sido totalmente contraria a cualquier cosa que me pudiera esperar.

Una vez más me encuentro con una distopía (mi amor por este género no ha hecho más que crecer en estos últimos años), en la cual se nos presenta una sociedad dividida en facciones. Al principio me costó un poco entrar en la trama, comprenderla, pero conforme fueron avanzando los capítulos, le cogí el ritmo y el gustillo.

Desde un principio nos encontramos con su protagonista, Tris (o Beatrice), una chica de 16 años que ha vivido toda su vida siguiendo unos ideales impuestos por su familia. Con su frustración por verse diferente al resto de la gente de su facción, vamos a vivir con ella la llegada del día definitivo en el que tendrá que elegir a qué facción pertenecer. Por supuesto, nos vamos a encontrar con que esta chica es "diferente" al resto, pues la trama va a dar un giro para complicarse un poquito más. 

Es un personaje que me ha gustado mucho, me ha parecido muy humano, me he sentido muy identificada con ella, con sus inquietudes, sus miedos... Para mí la autora ha sabido plasmar perfectamente esos sentimientos con los que la protagonista empieza a enfrentarse después de dar un cambio tan importante en su vida, el empezar a pensar por sí misma y dejar de autocensurarse por pensar de forma diferente a su familia.

Otro de los personajes fuertes de esta novela es Cuatro. Me he quedado fascinada con este chico. No me parece para nada un personaje simple, poco a poco la novela te da a conocer un poquito más sobre él, pero me da la sensación de que aun esconde mucho más. Desde el principio del libro ya me dio la sensación de que iba a ser importante en la historia y no me equivoqué, ni tampoco sobre quién era realmente. Y la verdad es que me gustó mucho eso, que la novela me hiciera pensar y hacer conjeturas, porque a lo largo de ella me ha mantenido así.

En cuanto al tipo de sociedad que se nos presenta, me ha parecido muy original. Las cualidades de las que se habla en el libro son cualidades que realmente todos tenemos en mayor o menor medida, pero en este caso se magnifican y crean una visión muy interesante y moralista. Asimismo, la trama nos demuestra lo difícil que es mantenerse fiel a una cualidad en concreto y cómo, al final, esa exageración los lleva a la corrupción. Creo que en las próximas entregas conoceremos un poco más los entresijos de este modelo de sociedad, y eso espero, porque me ha dejado con muchas ganas de saber más.

Con respecto a la relación amorosa que se nos presenta en la novela me ha parecido muy real. No me ha resultado ni muy precipitada, ni demasiado exagerada. Aunque me la venía esperando, cada vez deseaba más que llegara. Y, a pesar de ser un aspecto importante de la lectura, no es el más importante, la autora proporciona un equilibro entre acción/trama y romance que me parece muy apropiado.

En definitiva, en esta primera entrega de la saga lo que se nos muestra es una introducción, y está muy centrada en la evolución del personaje de Tris, la búsqueda de su identidad, quién es realmente y quién quiere llegar a ser y, sobre todo, qué significa ser Divergente. Me sorprendió el final, pues me esperaba que después de su proceso de iniciación veríamos un poquito más de su vida en Osadía y que lo que estaba por venir tardaría un poco más, pero no.

Una lectura que me ha resultado, cuanto menos, adictiva. Ha habido capítulos en los que, literalmente, no podía parar de leer y eso me encanta. Por eso no puedo decir otra cosa, me ha encantado y estoy deseando comenzar la siguiente entrega. Muy recomendada para los amantes de las distopías.